Artículo

Sergio Barboza, hasta siempre, campeón

Sergio Barboza integró la selección nacional de parabádminton y fue un entusiasta estudiante en la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de San Martín de Porres.
Sergio Barboza integró la selección nacional de parabádminton y fue un entusiasta estudiante en la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de San Martín de Porres.

Por Carlos Terrones (@carlosterrones)

Solo Sergio puede hacer que se te encoja el corazón, sientas orgullo de haberlo conocido y alegrarte por todos sus logros. Todo ello junto. Y a la vez, tragar saliva cuando te enteras que terminó su tenaz carrera contra las vallas que le presentó la vida. No hay solo tristeza, sino una sensación que le dio la espalda a las adversidades. Un campeón.

Tuve el gusto de enseñarle dos cursos de periodismo en la universidad. Y justo en ambos cuando empezó su travesía con el maldito cáncer. En 3° ciclo, cuando le detectaron el osteosarcoma, se acercó muy temeroso al final de la clase y me dijo que le cortarían la pierna. Pero luego, con una suave voz, aseguró que no dejaría el curso. Y no lo dejó. Tanto así que evitó descansar en casa por amar esta carrera: armado con unas muletas decidió cubrir sus comisiones para un proyecto periodístico.

Y a los meses me preguntó por un documental que realizamos sobre deportistas con discapacidad. Le llamó la atención el parabádminton y Pedro Pablo de Vinatea fue uno de sus referentes. Al poco tiempo, así era Sergio, ya estaba practicando en la Federación de Bádminton.

En base a su tenacidad y a esa llama interior que lo hacía brillar en cualquier lugar que pisaba, llegó a integrar la selección nacional de parabádminton. En el 2015, él, junto a Pedro Pablo de Vinatea y Kikín Rispa representaron a nuestro país en el Campeonato Mundial de Parabádminton en Londres. Le sacó la lengua al destino.

Un loco, quizás el mundo necesita a estos locos porque terminas amándolos porque te retan a no mirar solo la punta del iceberg sino a todo el panorama de nuestra corta vida.

La llama de Sergio Barboza no se ha apagado, al contrario, sigue viva para encender de pasión a quienes se derrumban por temas menores. Hoy la USMP despide a uno de sus hijos.

Sergio, hasta siempre, campeón.

Leave a reply

Share This