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Guzmán, mi único deseo

Por Juan Mascardi (@mjuanro)

Voy a ser egoísta. Pero hay un solo motivo por el que deseo que Argentina gane la Copa del Mundo de Rusia 2018. Y ese deseo no tiene que ver ni con la reivindicación de Messi, ni con el tango, ni con la historia del seleccionado, ni con el asado. Ese deseo tiene nombre propio y ese nombre es Nahuel Guzmán. Y no solo por él, sino por el rol que desempeñan los terceros arqueros de los equipos de fútbol.

“En el puesto de los bobos, yo soy el más vivo”,  decía el exportero de Boca y la Selección Argentina, Hugo Gatti. La frase de Gatti no refuta el mote injusto sobre los guardavallas sino que destaca su propia viveza que condimentó con osadía y buen juego durante tres décadas (60-80), ganándose el apodo de ‘El Loco’, anticipándose a lo que pensaba el delantero adversario, saliendo afuera del área e inventando una tapada sencilla, arrodillado y achicando el arco que los relatores bautizaron como ‘la de Dios’. El arquero que se consideraba vivo entre los bobos invocaba al altísimo y achicaba el arco cuando todos los defensores ya habían sido vencidos. Nahuel Guzmán pertenece a la misma tradición de Gatti. Un loco que reinventa el puesto y que narra más allá del juego.

Pero Guzmán, quien integró los procesos de Gerardo Martino, Edgardo Bauza e incluso la primera etapa de Sampaoli, estuvo a punto de quedarse sin Mundial. Dos días después de la presentación oficial de los 23 elegidos por el DT argentino se lesionó Sergio Romero y recién allí el actual entrenador lo convocó para formar parte de la plantilla junto a Armani y Caballero. Armani y Caballero están en plena disputa por la titularidad. Pero en la historia reciente de la Selección Argentina siempre hubo un lugar privilegiado para los arqueros suplentes.

Para el Mundial 86 el número puesto para el arco albiceleste era Ubaldo Fillol, quien había sido campeón en el 78 y de un pasar de excelencia en el Atlético de Madrid.  Incluso había sido el arquero titular en las eliminatorias. Pero una vez finalizadas las eliminatorias, Fillol no fue convocado. Por aquellos años el equipo dirigido por Carlos Bilardo mantenía una interna tensa entre Diego Maradona y Daniel Passarella. El DT había declarado que el único titular era Maradona. Y Fillol se la jugó por su excompañero del 78: «Solo un ciego no valora a Daniel”. Lo cierto es que Pasarella fue convocado y por una extraña enfermedad no disputó ningún partido del Mundial y Fillol no fue convocado. El arco se quedó en manos de Pumpido en una fuerte disputa con Islas y el tercer arquero fue Héctor Zelada, el único campeón mundial que no disputó ni siquiera un minuto en el equipo argentino.

¿Quién es Zelada? En el momento de la convocatoria, abril del 86, el rosarino Zelada era un ídolo popular en el América de México, tricampeón de un fútbol lejano en una era analógica. El arquero surgido en Rosario Central estuvo a punto de disputar un partido amistoso en una gira en Los Ángeles y en Puebla en noviembre de 1985, pero en momentos previos del partido fue reclamado por su club para un partido y regresó al Distrito Federal.

Ya en el Mundial 90 de Italia el titular era indiscutido: Pumpido repetía el arco al igual que en el 86. Pero luego de la derrota en el debut ante Camerún y en medio de una ola de críticas, la selección argentina enfrentaba a Unión Soviética en Nápoles. A los once minutos de juego, Pumpido salió a tapar un ataque fuera del arco y chocó su pierna derecha con su compañero Olarticoechea. El arquero sufrió fractura de tibia y peroné, quedó afuera del Mundial y un suplente se transformó en héroe: Sergio Goycochea, figura clave en la definición por penales en cuartos frente a Yugoslavia y en semis frente a Italia. Argentina perdió la final 1 a 0 contra Alemania y el Goyco fue ídolo nacional junto a Diego.

Más acá en la historia, hubo otros arqueros suplentes que se encontraron con situaciones inverosímiles: tras un choque con Klose a los 20 minutos del segundo tiempo, Roberto Abbondanzieri debió retirarse de la cancha con un fuerte golpe en el estómago en el Mundial 2006. Su lugar fue ocupado por Leonardo Franco. Y una de las figuras del Mundial se quedó sin la definición por penales. Y Argentina, afuera del Mundial.

Las disputas entre los puestos para llegar al once titular siempre han sido territorio de debate en la previa en cada Mundial. Y en el puesto del arquero siempre hay tensión. Atrás queda ese espacio relegado para los dueños de la pelota. Y en esta historia premundialista, la figura del ex  Newell´s, parece un tema menor. Pero la convocatoria de Guzmán, el arquero que habla, piensa y ejerce su propia ideología en los estadios, como si fueran potreros es un triunfo de las ideas.

Nahuel, el hombre que luce camisetas con estampas de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, o de las Malvinas Argentinas, en proximidad con el aniversario del 24 de marzo, fecha que marca a fuego el inicio de la última dictadura cívico-militar estampó en sus guantes la leyenda: «Nunca más», «Memoria, verdad, justicia», «Aguanten las Abuelas» y «Aguanten las Madres».  El exarquero y premio Nobel Albert Camus alguna vez dijo: “Lo que finalmente sé con mayor certeza respecto a la moral y a las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol”. Y si el fútbol es un discurso, el discurso de Guzmán es lo que mejor representa el fútbol de la Argentina. Que es, ni más ni menos, la vida contemporánea que recorremos más allá de Rusia y mucho más acá en cada barrio, en cada plaza, en cada potrero de nuestro país.


Juan Mascardi es director de las licenciaturas en Periodismo y Producción y Realización Audiovisual en la Universidad Abierta Interamericana de Rosario, Argentina; y es el actual ganador del Premio Iberoamericano de Periodismo Rey de España.

#SomosRusia2018 es un proyecto transmedia donde se cuentan historias sobre el Mundial Rusia 2018 y une a siete universidades de cuatro países: Universidad de San Martín de Porres (Perú), Universidad Abierta Interamericana (Argentina), Universidad de Palermo (Argentina), Universidad de Medellín (Colombia), Universidad del Rosario (Colombia); Universidad de Sevilla (España) y la Universidad de Castilla–La Mancha (España). Síguenos en FaceboookTwitter e Instagram.

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