Por Martín Bellido (@_MartinBellido)

Esta vez las calles de Singapur alojaban a la Fórmula Uno y su decimo cuarto Gran Prix de la temporada. Marina Bay, una de las zonas más adineradas y comerciales de este país y de toda Asia, sería testigo del vuelco que tomó el campeonato del mundo al tener ahora a Hamilton en lo más alto de la tabla. Mientras que  Nico Rosberg veía como la electrónica de su Mercedes era completamente obsoleta y lo obligaba a abandonar la carrera.

La jornada de clasificación del sábado había dejado a los dos pilotos de Mercedes en las primeras plazas de la parrilla, más atrás se situaron Vettel, Ricciardo y Alonso. Pero el domingo, después de la salida de los autos a la pista, el timón de Rosberg, por donde pasa empezó a fallar. El equipo de ingenieros a falta de diez minutos para el comienzo intentaban desesperadamente conseguir una solución que nunca llegó y en la vuelta de calentamiento el Mercedes no pudo arrancar, por lo que fue llevado a la calle de boxes para iniciar la carrera de allí.

La carrera se inició con un lugar vacío delante de Vettel que Ricciardo buscó desesperadamente para ponerse delante del alemán, sin embargo, olvidó que detrás suyo estaba Fernando Alonso, que aprovechó la disputa de los dos pilotos de Red Bull para superarlos  y pasar de largo por la chicana por lo que tuvo que devolver una posición. Mientras tanto, Rosberg partía desde los pits pero con un auto lentísimo, situándose en la última posición e incapaz de superar otros autos.

Más tarde llegaría el abandono definitivo de Nico Rosberg y dejaba el camino libre para que Hamilton lo supere en la punta del campeonato. Luego, un choque entre Adrián Sutil y Sergio Pérez, haría que este último pierda el alerón delantero y tenga que entrar el auto de seguridad.

Fue entonces que todos ingresaron a boxes para el segundo cambio de neumáticos. Alonso quien planteaba una gran estrategia para quedar por delante de los Red Bull perdió toda oportunidad con el ingreso del safety car, mientras tanto, Mercedes no envió a Hamilton a pits, generando el fastidio del inglés y sus quejas por radio.

Con una parada que debía hacer obligatoriamente, al inglés no le quedaba otra que -desde la vuelta 38 en que se fue el safety car- distanciarse de sus perseguidores por lo menos en 25 segundos, algo que para el Mercedes no fue muy difícil. En la vuelta 52 se detuvo en los boxes, pero salió detrás de Vettel, sin embargo, el alemán tenía llantas de más de 25 vueltas, el desgaste era total y las de Hamilton estaban en perfectas condiciones y pudo superarlo la siguiente vuelta.

Sobre el final la emoción llegó en el pelotón del medio. Vergne y Pérez conseguirían asombrosamente adelantar a Raikkonen, Hulkenberg, Magnusen y Bottas, para colocarse en quinto y sexto lugar respectivamente. Felipe Massa era quinto y Alonso, desde la cuarta posición era más rápido que Ricciardo y Vettel, pero apenas pudo acercárseles sin peligro.

Al final de las 61 vueltas, Lewis Hamilton era el nuevo líder del mundial con 241 puntos (tres más que Nico Rosberg) y Vettel conseguía su mejor posición de la temporada al llegar en segundo lugar.

La próxima carrera será en el 5 de octubre en Japón.