Por Víctor Ruelas (@VictorRuelasR)
Vivir para contarlo. Aprender a comer, a cambiarse de ropa, a escribir, aprender todo aquello que aprendió de niño. Efraín Sotacuro Quispe tuvo que aprender nuevamente a vivir. La diferencia es que ahora lo hace sin sus brazos. Reto difícil de imaginar para cualquier persona, pero él no se rindió y ahora es una persona independiente y está convencido de que nada es imposible. Un atleta con alma de campeón.
Nació en Huancavelica y desde siempre le gustaba salir a jugar con sus amigos. Ser curioso y aventurero no tendría que ser un problema para cualquier joven. Sin embargo, el destino decidió que aquella mañana su vida cambie para siempre. Su padre trabajaba en la mina de Casapalca y Efraín no tenía miedo de aventurarse por el campo junto a sus amigos.
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La torre y el shock
Llegaron a una mina abandonada, parecía el lugar perfecto para explorar. De pronto vieron una torre de alta tensión, lucía vieja y no parecía peligrosa. Uno de sus primos, tan curioso como él, la tocó y efectivamente no pasó nada. Cuando Efraín tocó la torre, en ese instante sintió como si un imán hubiera atrapado su mano, trataba de sacarla y no podía. Trató de sacarla con la otra mano y fue peor, ambas manos quedaron atrapadas. Lo que sigue no lo recuerda, perdió el conocimiento.
Al despertar vio a todos llorando frente a él y no sabía qué había pasado. La descarga eléctrica sufrida le había causado graves quemaduras en ambos brazos. Lo llevaron al hospital de Casapalca, pero no tenían especialidad para quemados. Fue entonces trasladado a Lima, al Hospital del Niño, donde finalmente fue atendido. El daño causado por la quemadura era tan grave que la única alternativa fue la amputación. Primero de un brazo, el que había recibido más daño y luego, al tercer mes, le amputan el otro.
“Pensaba que del hospital saldría en días o en una semana. Ese día que me amputaron los brazos me sentía diferente, era una carga, era mucho dolor para mí. Pero poco a poco he logrado salir adelante”, recuerda Efraín, quien más allá de lamentar la pérdida de sus extremidades, se alegra de haber sobrevivido al fatal accidente.
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Una vida sin límites
El Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) fue clave para la recuperación de Efraín. Allí aprendió a utilizar sus pies como herramienta principal para realizar desde las cosas más básicas como cambiarse o comer, hasta algunas de mayor dificultad, como escribir y utilizar una computadora.
“A mí la rehabilitación me ha ayudado bastante, gracias a la rehabilitación me siento como una persona normal, me siento feliz y quiero salir adelante”, comenta el joven atleta que sueña con tener unas prótesis en sus brazos en el futuro.
Luego de unos meses se sentía diferente. Él mismo realizaba sus labores y ya no dependía de alguien más. Su rehabilitación física había terminado, ahora el reto era regresar al mundo y buscar nuevos sueños. “Solo no tengo los brazos, pero tengo todo para sobresalir”, afirma convencido de sus capacidades.
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Un atleta con espíritu competitivo
Luego de un año del accidente y posterior a su recuperación, empezó a practicar el atletismo. Asegura que siempre le gustó, pero ahora lo veía como un camino hacia la superación. Y no se equivocó. En el 2012 participó de su primera competencia gracias al apoyo del Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad (Conadis).
Posteriormente, gracias al apoyo del Instituto Peruano del Deporte(IPD), logra integrarse al Programa Nacional de Maratonistas, el cual apoya a los atletas destacados que no cuentan con recursos. Gracias a este programa ahora cuenta con un entrenador, el mexicano Rodolfo Gómez, quien lo ayuda a mejorar su rendimiento en las competencias. Junto a él y a sus compañeros entrena en Huancayo con la consigna de seguir mejorando sus tiempos en las carreras.
El IPD lo apoya con una mensualidad, hospedaje y alimentación, lo cual le asegura las condiciones ideales para que se dedique plenamente al deporte. Además, Efraín Sotacuro es la primera persona con discapacidad en formar parte del Programa Nacional de Maratonistas y espera que más personas tengan la oportunidad de recibir estos beneficios.
Su sueño: los brazos biónicos
Actualmente se prepara para competir en los Juegos Para-Panamericanos de Toronto 2015 y su sueño es representar al Perú en los Juegos Paralímpicos de Río 2016, por ello entrena todos los días.
A pesar que al inicio le avergonzaba tener una discapacidad física y temía el rechazo de la sociedad, ahora se siente como una persona normal, capaz de disfrutar la vida y ser feliz. Tiene planeado estudiar en el futuro y seguir cosechando éxitos en el atletismo. Más adelante espera tener sus brazos biónicos, pero se lo toma con calma, todo a su tiempo.
Dios es su fortaleza
Su familia y sus amigos fueron el apoyo anímico en los peores momentos, ahora lo miran orgullosos. Además, Efraín resalta en su cuenta de Facebook que encontró en Dios esa fuerza para salir adelante a pesar de las dificultades. Con todo ese respaldo en sus espaldas, viene destacando en el atletismo y confía dejar bien en alto el nombre del Perú.
“Gracias a Dios estoy saliendo adelante, porque en esta vida todo se puede. Con la práctica, todo se puede”, afirma este campeón de la vida y también del atletismo.
#LaPruebadeunCampeón es un documental transmedia de Aficionline.com que busca resaltar la superación de deportistas que ganaron la batalla a la discapacidad.
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PRODUCCIÓN TRANSMEDIA:
Edición audiovisual: Víctor Hugo Maguiña (@Hugo_14MP)
Asistente de edición: Mariela Mamani (@marielaMjeri)
Redacción Web: Víctor Ruelas (@VictorRuelasR)
Gráfica: Alonso Mellado (@IAmSaba_96) y Johnny López (@JohnnyRenzo17)
Fotos: Carolina Ruiz (@carolinaRQ29)
Imagen interactiva: Din Guzmán (@DinGuzmanC) y Johnny López (@JohnnyRenzo17).
Podcast: Diego Espinoza (@DiegoEDP)
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