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Estadio F.C.: El sabor del fútbol

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Comida y el deporte rey: una gran combinación (Fotos: Cortesía Estadio Fútbol Club).

Por Kevin Solís

Puedo jactarme de haber almorzado junto a Leonel Messi. Él estaba ahí sereno, impávido y callado. En la mesa del frente, Diego Maradona escuchaba sonriente, sin parpadear  a dos jóvenes  que comentaban las peripecias del trabajo. Ronaldinho en una esquina, solitario, esperando que alguien se acerque y lo acompañe.

Uno puede disfrutar en el restaurante Estadio F.C. de la compañía de los cracks del fútbol mundial, mientras degusta del  apetecible menú. Entre los maniquíes que acompañan a los clientes están también los de Cristiano Ronaldo, Pelé, Zinedine Zidane, David Beckham, entre otros.

La catedral del fútbol

Estadio F.C. nació allá por el año 2000 y fue idea de los también dueños del  Rincón Cervecero, un bar al estilo de las tabernas alemanas. Los fundadores transformaron su pasión por el fútbol en negocio. Aprovecharon la coyuntura de la fiebre por las Eliminatorias Corea-Japón 2002 y que no existiera competencia directa.

El restaurante futbolero está ubicado en la Plaza San Martín, en la avenida Nicolás de Piérola. Camino por medio de los pasillos de uno de los históricos edificios hasta que me topo con un cartel grande que dice “Estadio” por encima de  un portal. Una señorita muy simpática nos pide que nos sentemos y nos señala una mesa y yo sonrió al ver sentado en ella a “La pulga” Messi.   Al fondo, en el centro de la pared destaca una foto gigante del Estadio de Wembley, sede de la final de la Champions League del 2012. Alzo la mirada y observo que toda la parte superior está decorada con bufandas de diferentes clubes del mundo, focos que  imitan unas pelotas, infinidad de camisetas que cuelgan y al “Nene” Cubillas en pose ejecutar un tiro decisivo.

“Uno de los dueños conoció a Pelé, Elías Umbert Bentín, hijo de uno de los fundadores de América Televisión, Antonio Umbert, y emparentado con Ricardo Bentín, fundador de Sporting Cristal; viajó al Mundial de España 82 y en uno de los partidos coincidió con la leyenda brasileña a quien le estrechó la mano”, afirma orgulloso Roger Ortiz, gerente de marketing del restaurante Estadio F.C.

No dejo de ver la cantidad de artículos deportivos que adornan el local. Ortiz sostiene que el 60% son regalos de clientes que vienen de todas partes del mundo.  Cuenta que un amigo de la casa, hincha acérrimo del Manchester City, cada vez que visitaba el restaurante traía las diferentes camisetas de su equipo antes de que este ascienda a Primera División, y que otros clientes traen merchandising de equipos desconocidos de Tercera o Segunda División de diversos países.

En la parte trasera de mi asiento se lee Franz Beckenbauer. Todas las sillas tienen el nombre de un jugador y están ordenadas por selecciones nacionales. Así que los turistas pueden sentarse en la butaca de su jugador preferido o de quién mejor los represente.

En la foto que está encima de mi sitio se puede observar a varios jugadores del Sporting Cristal, subcampeón de la Copa Libertadores 1997. Sonrientes están Balerio, “Chorri” Palacios, Julinho, Asteggiano y Marengo. Aquel equipo que casi alcanzó la gloria ha venido reiteradamente al Estadio F.C.

La carta de platos y bebidas también es un menú futbolístico. Está divido en pretemporada (piqueos), primer tiempo (entradas), entretiempo (ensaladas) y segundo tiempo (platos de fondo).  Cada plato tiene relación con su nombre. “Monumental”- Ají de gallina, “Elías Aguirre”- Arroz con pato, “Cancha de los muertos”- Pescado a la chorrillana.

Los tragos nombrados por goles. “De tiro libre”- Cuba libre, “Cabezazo” – Chilcano, “Gol de oro”- Mojito de maracuyá. En los cambios están las cervezas, en los suplementos están las bebidas sin alcohol y en el calentamiento los cafés y mates.

Su ingenio no es su única característica, sino también su exquisita culinaria. Ha sido premiada en diferentes ocasiones por su plato bandera: “José Díaz” (Lomo saltado).

El gerente de marketing nos invita a pasar a Occidente Alta, apelativo que le han colocado al segundo piso del restaurante. Mientras subimos las escaleras vemos un retrato donde se conmemora el primer partido oficial de fútbol, jugado entre las selecciones de Inglaterra y Escocia, encuentro que concluyó empatado sin goles.  La temática es la misma. En las paredes están las fotos firmadas de Richard Páez, extécnico de Alianza Lima, y Ángel Cappa, extécnico de Universitario que logró el campeonato en el 2002. También hay bufandas de diversos clubes argentinos e ingleses.

Posteriormente descendemos hacia Occidente Baja e inmediatamente reconozco a “Manguera” Villanueva. Este ambiente está dedicado a los principales equipos peruanos como Alianza Lima, Universitario, Sporting Cristal y Sport Boys. Puedo observar las fotos de las últimas selecciones nacionales que nos llevaron al mundial, en blanco y negro, claro. Las camisetas originales que posee el restaurant están puestas con el mayor cuidado dentro de un cuadro, y no solo por estética, sino también por precaución, pues ya anteriormente se robaron una.

El recorrido ha concluido y  hay que apresurarnos si no queremos que los mozos nos saquen una tarjeta amarilla. O roja.

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